SAINT FRANKENSTEIN


Resulta que me ofrecieron darle publicidad a la venta de la casa por medio de internet, aunque ya había subido algunas fotos y texto en una página gratuita, ésta que me ofrecieron se me hizo buena y a un precio excelente $ 300 pesos al año. Así que accedí. Por lo que me dijeron que un sábado vendría el fotógrafo a tomar las fotos de la casa.
Ese sábado fue toda la mañana de veterinarios, en una que es donde tiene su póliza Fermín lo llevé a que lo bañaran y le hicieran su estética, en otra que es donde compré a Paquita a que le pusieran su vacuna de la rabia ( y a ver si así se le esfuma la personalidad de Rosario Ibarra de la Piedra que tiene) y en otra que es donde están los médicos de cabecera de mis perritos a comprar croquetas, total, que buena parte de la mañana se me fue en actividades perrunas, la casa la dejé muy limpiecita y ya ven que uno deja encima que las bolsas de croquetas, que las aspirinas , etc así que ahí me tienen metiendo debajo de las camas y hasta en la lavadora y secadora , jajaj cuanta cosa estaba fuera de su lugar para que la casa se viera impecable, en eso se me ocurrió tomar unas plantas que tenía en la jardinera del patio y que rodeaban a San Felipe, santo que yo desconocía que era el patrón de los animales, y que me fue regalado por una vecina cuando operaron a Lola, desde entonces está ahí muy quietecito en la jardinera dándole vida y cuidando a mis perritos. En eso me llaman que vaya urgentemente a recoger a Fermín ya que no tenían jaulas y ya tenía rato que habían terminado de hacerle su estética, se me ocurrió dejar a Paquita en el patio mientras iba por Fermín. ¿Qué me habré tardado en ir y venir? cuando mucho 8 minutos, y cuas a mi regreso me he encontrado a San Felipe viendo al cielo, su cuerpo hecho trizas por todo el patio y su cruz por otro lado en fin todo trizas.
«Ay Paquita, mira lo que has hecho , yo he vociferado contra la iglesia y los curas, he sido para muchas conciencias blanqueadas un hereje, pero tocar un santo eso NUNCA, te vas a ir al infierno Paquita, directito te vas a ir y ni quien te saque de ahí, mira que hacer trizas a tu Santo Patrón , eso es como morder la mano que te da de comer, qué bárbara eres Paquita, qué bárbara» . El animalito paraba más las orejitas y movía su cabecita como diciendo «órale, ahora sí ya me condené» , y en eso suena mi celular, era el fotógrafo que me avisaba que ya venía en camino para tomar las fotos.
Tome al santo, digo los pedazos del santo y los acomodé en la barra de la cocina, y con la pistola de silicón comencé a pegarlo, como mi destreza manual es directamente proporcional a mi tono y voz en el canto, pues ya se imaginarán lo que sucedió.
Una vez terminado de pegar lo acomodé de nuevo en su nicho en la jardinera, pero esta vez ya no era el mismo, ahora es…Saint Frankenstein, ex patrono de los animales, hoy patrono de los «madrazos”…Amén.

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